Cultura

El Gran Museo de Chichén Itzá da cuenta de su historia

Expertos destacan su arquitectura monumental

El nuevo Gran Museo de Chichén Itzá reúne una colección de más de mil piezas, incluidas algunas halladas en los trabajos de salvamento alrededor de la construcción del Tren Maya. El espacio da cuenta de la arquitectura monumental y la historia cultural de ese sitio, dijo el arqueólogo Octavio Juárez en entrevista con La Jornada.

El lugar, inaugurado en febrero pasado, cuenta con objetos recuperados desde 1890 y hasta el presente, 99.9 por ciento de los cuales son originales de la zona prehispánica. En algún momento se incluirán dos o tres réplicas de las que se encuentran expuestas en colecciones permanentes en el Museo Nacional de Antropología o en recintos de otros países, y que no pueden ser traídas.

Guadalupe Espinoza Rodríguez, directora del Centro de Atención a Visitantes de Chichén Itzá, mencionó que es la primera vez que se exhibe la colección Chichén Itzá. A partir de este mes, el ingreso al museo es gratuito para los mexicanos.

El espacio aspira a ser un modelo a repetir, agregó la funcionaria, con espacios para actividades artísticas, talleres, conferencias y un centro de sabores y difusión de saberes. En todas ellas se habla en maya, con apoyo de un lingüista.

Destacó que se está construyendo un centro de documentación, que contará con auditorio, laboratorios de investigación y restauración y una biblioteca, lo cual es requisito de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura cuando incluye a un sitio en la lista de patrimonio cultural de la humanidad, como es Chichén Itzá desde 1988.

Octavio Juárez informó que en próximas fechas se tendrá lista una sala con piezas recuperadas del Cenote Sagrado.

Añadió que los mayas antiguos tenían una percepción distinta a la nuestra sobre cómo conciben y se relacionan con la naturaleza, que manifestaron en la arquitectura con las imágenes de tortugas, aves, peces y otros animales con los que estuvieron conviviendo, así como los muy simbólicos jaguares, águilas y serpientes.

El arqueólogo destacó que una de las piezas más interesantes es “una mesa que se encontró en 2019 en el grupo de la Serie Inicial, donde tenemos una procesión de prisioneros de guerra. Es relevante en el sentido de que son elementos que nos indican el carácter bélico que tuvo la sociedad que habitó Chichén Itzá.

Esto es entendible por lo que significó este sitio, asentamiento donde recayó el control político, económico y religioso entre los años 800 y quizá 1300. Necesitaban un ejército numeroso y sólido para imponer el orden en su sociedad, tener control de rutas comerciales y proteger su territorio, y, seguramente, para conquistar otras rutas o fuentes de materias primas.

LA JORNADA

22/01/2025


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