La ciudad de Nueva York decidió cerrar un enorme campamento para inmigrantes que se encontraba en un antiguo aeródromo de la ciudad
Un gigantesco complejo de carpas donde vivían cientos de familias migrantes fue cerrado por la ciudad de Nueva York. Este campamento instalado en un antiguo aeropuerto ubicado en Brooklyn fue una de las numerosas cerraduras a medida que se reducía el sistema de albergues de emergencia. Estos centros que cierran poco a poco trataban gestionar el aumento del número de llegadas en la frontera sur, que ha ido en descenso constante durante los últimos meses.
Los últimos residentes del campamento en la pista del Floyd Bennett Field, cerca de 2.000 personas, abandonaron sus hogares durante el fin de semana pasado. Varios trabajadores se pudieron ver en el campamento desmantelando la enorme estructura. Los campamentos y las instalaciones construidos en terrenos federales arrendados pertenecen al Estado y pueden, por lo tanto, ser destruidos por los poderes federales.
Numerosos activistas habían advertido que con la elección del presidente Donald Trump los campamentos de migrantes podrían ser blanco de redadas migratorias.
Jehinzo González, un venezolano de 47 años, dijo que él, su esposa y sus tres hijos fueron trasladados antes de Navidad a otro albergue cercano, el cual también es administrado por la ciudad.
"Es un lugar más digno para la familia. Tenemos tres habitaciones para los cinco integrantes. Cómodas camas, baño privado", declaró, asombrado con la diferencia entre los catres en los que dormían en su habitación en el campamento del aeropuerto desde que llegaron al país en octubre pasado.
La ciudad de Nueva York ha recibido a cerca de 230.000 migrantes desde mediados de 2022, pero la cifra de recién llegados ha ido a la baja por 27 semanas consecutivas y actualmente se encuentra en su punto más bajo en más de un año, dijo la oficina del alcalde Eric Adams.
Actualmente, hay aproximadamente 50.000 migrantes alojados en cerca de 200 instalaciones temporales, en comparación con los casi 70.000 en enero pasado.
Pero el constante cierre de albergues y reubicaciones forzadas también han obligado a muchas familias migrantes a trastocar sus rutinas de trabajo, escolarización y otras necesidades diarias, precisamente en momentos en que intentan establecerse en la ciudad.
El Informador
11/02/2025