Héctor Zagal

Héctor Zagal

Comprimidos del Dr. Zagal

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Los cocodrilos de Cleopatra

¿Vieron la serie sobre Cleopatra? La última reina de Egipto murió en el año 30 antes de Cristo. Desde el punto de vista cronológico, ¿de qué vivió ella más cerca, del primer iPhone o de la pirámide del faraón Keops? Hagamos cuentas. Steve Jobs lanzó el primer iPhone en 2007. Keops estrenó su pirámide, donde fue enterrado, en el 2558 a. C. Entre la última soberana egipcia y Keops transcurrieron 2528 años; entre la muerte de Cleopatra y la aparición de ese teléfono inteligente, 2037. Sorprendente, ¿verdad?

Para los romanos, Egipto era ya una civilización antigua. De hecho, los que eran adinerados lo visitaban como un destino turístico. En los templos y pirámides se han encontrado grafitis grabados por ellos. El más común era: “Vi y me fascinó”, pero también se han hallado otros menos elogiosos: “Visité toda la tumba y lo único que me gustó fue el sarcófago”.

El antiguo Egipto era un país maravilloso, un oasis alargado, una verde ribera regada por el Nilo. Cada año, el río se desbordaba depositando la fértil tierra negra, el limo, en los campos de cultivo. Durante años, ese reino fue el granero de Roma.

En el Nilo había todo tipo de aves y peces, pero también criaturas peligrosas y extraordinarias, como cocodrilos e hipopótamos. Sobek, dios del poder y la fertilidad, tenía ni más ni menos que la cabeza de ese reptil. Por ello, el cocodrilo era sagrado. En el templo de Menfis, se les entrenaba para que abrieran sus fauces cuando llegaba un visitante ilustre y se les alimentaba con bolas de masa cocida con carne. Cuando morían, se les momificaba. Se creía que eran intermediarios entre Sobek y los hombres.

Se sabe que Cleopatra llevó a Julio César a pasear por el Nilo. ¿Se imaginan la cara de sorpresa de él al mirar a los cocodrilos sagrados? Yo, la verdad, prefiero verlos en televisión. Merecen mucho respeto…