Flor Rubio

Enamorada de la TV

Lolita y Lucerito, ejemplos

En el medio de los espectáculos encontramos historias bellísimas. Una es la de Lolita Cortés, famosa cantante y actriz, reina del teatro musical. En octubre cumplirá 54 años y lo hará a tambor batiente como la juez implacable del reality musical La Academia, donde esperemos surjan nuevos talentos del calibre de Carlos Rivera o Yuridia.

Lola estará frente a millones como ejemplo de amor a la vida para seguir adelante, después que en noviembre se sometió a doble mastectomía en la que le extirparon las mamas. Luego, en junio, entró a una operación de emergencia para una histerectomía, donde le retiraron el útero.

Mujer valiente y carácter de gran calado, ha declarado: “No tenía una bolita, tenía un cáncer que parecía un cangrejo agarrado a mi seno”.

Siempre es importante considerar el valor e influencia que tienen las figuras famosas en la sociedad. Es un gran ejemplo para las mujeres a fin de crear conciencia sobre el cuidado de la salud, especialmente, en la prevención del cáncer de mama.

Otra mujer, muy jovencita, que se consolida como inspiración es Lucerito Mijares, quien –muy inteligente– ha desarticulado ataques y, no obstante de ser la hija de dos grandes estrellas como Lucero y Manuel Mijares, se ha distinguido por su humildad y calidad humana en la relación con otras personas. Además de su descomunal talento y la extraordinaria educación musical que le ha brindado un maestro como su padre, ella será una de las grandes estrellas durante los muchos años que tiene por delante.

Su trabajo en el musical El mago es remarcable por su calidad al cantar, y –aunque no es bailarina–, celebramos su profesionalismo en el escenario. Podrá verse en la Ciudad de México hasta el 18 de agosto porque salen de gira por el país. Es probable que extiendan temporada al resto del año.

Con ellas cobran vida frases como: “Lo esencial es invisible para los ojos”. “El secreto del éxito es la actitud positiva”. “Ámate a ti misma”.

Tú puedes, igual (sólo quería recordártelo).

¡Abrazos!