Llama poderosamente la atención lo que ocurre en el programa Juego de voces con Lucero Mijares y su papá, Manuel Mijares. Este par, aporta algo significativo.
A Lucero sus padres la han cobijado con su dimensión de celebridades; pero ella, a sus 19 años, por sí misma, ha conquistado el cariño del público por su naturalidad y actitud positiva. Escucho cómo le realizan preguntas muy difíciles sobre sus padres, sexualidad, conflictos de artistas, y me sorprende gratamente su inteligencia para responder. Remata con una bellísima sonrisa y se echa a la bolsa al más atrevido de los reporteros.
Ha compartido “secretos” de vida, como que a su padre –señor muy serio y gigante en el escenario- lo ha apodado “Don Gelatino”, por algún pleitillo sin importancia ¡frente al refrigerador de la casa! Mijares, el figurón que inspira siempre admiración, es ahora un oso bonachón.
Hablando de personalidades entrañables, debemos mencionar a dos estrellas que son símbolos: Shakira y Taylor Swift.
La colombiana no se derrumbó ante la infidelidad de su marido; reivindicó su papel como mujer y se puso a trabajar. Ahora está por iniciar en noviembre su gira mundial “Las mujeres ya no lloran World Tour”, con 17 presentaciones en ciudades de los EE. UU. No hay una fecha determinada para México, pero probablemente en el primer semestre de 2025 cantará en ciudades de nuestro país, muy importante para cualquier artista.
Taylor Swift es tema aparte, para hablar de ella hay que mencionar su talento, la consolidación de su marca personal, espectaculares recaudaciones que en su actual gira rondarán los ¡2 mil millones de dólares! entre venta de boletos y recuerdos. Destaca sobre todo su vocación filantrópica con la que da algo a cambio de tanto que ha recibido y marca una visión positiva como ejemplo para millones de jóvenes que la idolatran.
¡Es bonito hablar de personas así!
Les doy un abrazo cariñoso. Amen (así, sin tilde).