En noviembre conmemoramos el Día de Muertos, una bonita celebración sobre la vida de nuestros seres amados que se adelantaron a la vida eterna.
Somos nuestros recuerdos. Nuestra personalidad y muchas decisiones, las construimos sobre recuerdos, algunos bellos y otros no tanto.
En la familia artística, uno de los mejores homenajes a quienes ya partieron, es continuar con su legado. Por eso me gusta el trabajo de Pepe Aguilar con sus hijos Ángela y Leonardo, en el espectáculo Jaripeo sin fronteras, donde cantan bonito, “séntido”, y recuerdan a su patriarca Tony Aguilar.
Desde luego, también evocan a la matriarca Flor Silvestre. Traen 40 músicos, toros, caballos, acróbatas y, en los últimos meses de 2023, llenarán arenas en Los Ángeles, Arizona, Las Vegas, Washington y otras ciudades en Estados Unidos.
Alejandro Fernández es otro ejemplo que honra la memoria de su papá el Charro de Huentitán (¿quién arroja la primera piedra?). El Potrillo es hoy viva imagen de un padre amoroso y tierno abuelito; su imagen de galán pasó a segundo plano.
Tras exitosa gira en Estados Unidos, como cereza de pastel cerrará gira en el estadio de los Dodgers de Los Ángeles. Ahora, es habitual verlo posando con sus nietos e hijos, y ya no con despampanantes modelos: “Son las cosas que vale la pena disfrutar”, escribe el feliz abuelo.
En noviembre, Paul McCartney estará en la Ciudad de México. A sus 81 años es ejemplo de amor a la vida y trabaja como si iniciara su carrera. Llegará tras cantar en Israel y Australia y después lo hará en Canadá, EE. UU., Brasil, y Alemania.
El ex-Beatle perdió a su madre, a los 14 años, pero el recuerdo perduró siempre. Su legendaria composición Let it be está inspirada en ella. Paul soñó que platicaban y sintió su bendición. Dice la canción: “Cuando atravieso momentos difíciles, madre María me dice palabras de sabiduría: ‘Déjalo ser’”.
Soltar lo que nos duele. Abrazar recuerdos hermosos de quienes nos miran con amor desde el cielo. Ellos vibran en nuestro corazón.
Amen (así, sin tilde).
¡Les doy un abrazo cariñosísimo!