Como sobre advertencia no hay engaño, la contundente victoria de Morena, Claudia Sheinbaum Pardo y el presidente López Obrador comenzaron de inmediato las labores políticas de reorganización del poder y la redistribución de los nuevos equilibrios de gobierno.
El mensaje más importante del resultado electoral del 2 de junio fue el aval de la sociedad de la clase media al proyecto presidencial, en medio de una presencia de ese sector social mexicano en marchas públicas, primero, en contra de iniciativas gubernamentales de reformas y luego a favor de la candidata Xóchitl Gálvez Ruiz como abanderada de la alianza del PRI, el PAN y el PRD.
Las propuestas de reforma no configuran un cambio de régimen porque se mantienen los tres poderes constitucionales: Ejecutivo, Legislativo y Judicial; tampoco cambian las funciones de la Suprema Corte y de los jueces, porque sólo se modifica el mecanismo de acceso a esos cargos.
En todo caso, el paquete de 20 iniciativas anunciadas del 5 de febrero comenzarán a desahogarse a partir del tiempo legislativo que comienza el próximo 1 de septiembre y sí puede modificar de algún modo el sistema político, en tanto que este se configura de protocolos, reglas, equilibrios partidistas y prácticas cotidianas.
La modificación sistémica más importante estará atada en la finalización del modelo de sistema presidencialista con equilibrio de organismos autónomos con facultades para acotar decisiones del gobierno. Los autónomos nacieron como un hongo ante la incapacidad de la minoría para modificar el sistema político que funciona desde la Presidencia de la República, incluido el descuido de los presidentes salidos de oposición que no cambiaron la configuración piramidal del sistema.
Habrá una reorganización del sistema presidencialista, pero a partir de que los equilibrios anteriores por medio de organismos autónomos como contrapesos o contrapoderes no funcionaron para regular el funcionamiento del gobierno.
La oposición tendrá el derecho de equilibrar el poder presidencial, a cambio de mover votos sociales.