Álvaro Cueva

Álvaro Cueva

Frente a la Tele

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Fue sin querer queriendo

No puedo creer lo hermosa, divertida, bien escrita y bien hecha que está Chespirito: fue sin querer queriendo, la serie biográfica de Roberto Gómez Bolaños.

Es más que un homenaje, un acto de amor. ¿Por qué? Porque cuando hablamos de esta clase de contenidos es muy fácil caer en el escándalo, en el sensacionalismo, en utilizar a los personajes, incluso para cosas sucias.

Aquí no. Aquí, sin dejar de divertirnos, se nota que quienes escribieron esto son las hijas y los hijos de don Roberto. Se nota que se involucraron emocionalmente.

Debió haber sido muy fuerte para ellas, para ellos, recordar algunos momentos. Debió haber sido precioso y entender otros.

Sé que a lo mejor usted, como yo, vivió la época de oro de los programas de Chespirito y que, por lo mismo, entiende la relevancia de sus aportaciones, de sus personajes.

¿Pero qué pasa con las nuevas generaciones? ¿Qué pasa con ellas a pesar de las retransmisiones?

La respuesta está precisamente en esta superproducción de época porque nos da gusto a los nostálgicos, pero también a los que no saben nada. Es un material imperdible.

Y sí, nos vamos a enterar del origen de muchas frases y de muchas de las características de personajes como el Chavo y el Chapulín Colorado, pero también de lo que había detrás de don Roberto.

A mí lo que más me impresiona es el dinamismo de los libretos que, en cuestión de minutos, nos llevan de una década a otra, y luego a otra y a otra más.

¿Y qué me dice de la producción? Es admirable todo lo que se hizo para reconstruir momentos muy específicos en lugares muy concretos, pero de hace más de 50 años. ¡Increíble!

Muchas de las actrices y de los actores que salen aquí, se van a volver famosísimos porque los responsables de esta obra de arte, en lugar de apostar por estrellas consagradas, le dieron oportunidad a gente nueva. ¡Bravo!

Por lo que más quiera en la vida, no deje de darles seguimiento y no deje de ver esta serie que lo hará reír, lo hará llorar y lo pondrá a pensar. Le va a gustar. De veras que sí.