La Organización Mundial de la Salud afirma que, cada año, en el mundo, mueren prematuramente 7.0 millones de seres humanos por la “asesina silenciosa” (contaminación atmosférica). A las Américas, le asigna 300 mil y a México, 69 mil, en ambos casos, anualmente. Tan sólo en nuestra megalópolis la cifra es de 15 mil.
Esta nueva delimitación incluye a seis entidades federativas (Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Querétaro, Estado de México y la Ciudad de México). Si hacemos un cálculo, a partir de 1992, han fallecido cuando menos 480 mil mexicanos prematuramente en 32 años.
Recuerdo cuando a Manuel Camacho Solís y a Marcelo Ebrard Casaubón se les “ocurrió” detener vehículos automotores mediante el programa “Hoy No Circula”, como medida de emergencia.
Esa medida se ha mantenido durante 32 años, creyendo que ayuda a resolver el grave problema. Nada más falso. Hoy aplican el doble “Hoy No Circula” y, seguramente, si seguimos sin regular o eliminar otras 11 fuentes de emisiones, tendrán que implementar el triple “Hoy No Circula”.
Del 1 de enero al 27 de mayo de 2024, hubo 11 contingencias ambientales por ozono. En 1992, fueron ocho; en 1993, 12; en 2002, seis, y en 2006, 10. Seguramente, en 2024 se habrán registrado el mayor número de esos fenómenos ambientales.
¿Quiénes son los responsables de estas 480 mil muertes prematuras de mexicanos por estar permanentemente expuestos a estos contaminantes tóxicos? En primer lugar, los presidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña y Andrés Manuel López. Con sus respectivos regentes o jefes de gobierno. Y, a partir del 23 de agosto de 2013, cuando menos, 12 gobernadores de la megalópolis.