Muchas veces, los padres creen que ir al pediatra es sólo cuando el bebé o el menor se siente mal o hay indicios de alguna enfermedad, incluso lo llevan al centro de salud a sus vacunas sin pasar a la consulta médica porque ven que su hijo está sano; sin embargo, es fundamental que el pediatra vigile su salud y desarrollo con los chequeos de control del niño sano.
Estas consultas son de suma importancia, desde el nacimiento hasta la adolescencia, para vigilar su crecimiento y desarrollo con el fin de prevenir o detectar oportunamente algún problema.
En ellas se vigila el peso y la talla, también se toma en cuenta el sueño, nutrición, prevención de enfermedades y accidentes, así como las expectativas de su desarrollo y se comenta si hay algún problema de conducta o aprendizaje escolar.
De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría, es fundamental acudir a consultas de control mensualmente, luego cada 2, 4, 6, 9, 12, 15 y 18 meses. Después a los 2.2 y medio años, 3 años y así anualmente hasta que el hijo cumpla los 21.
Sin embargo, en el blog del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia, del gobierno de México, puedes encontrar la siguiente tabla con el número de consultas mínimas de control:
Es importante que, si tienes alguna duda o pregunta sobre el desarrollo o la salud de tu hijo, la anotes para que no olvides hacerla al pediatra durante la consulta. Asimismo, no dejes de vigilar y reportar si tu hijo aún no logra lo siguiente:
1. Sostener la cabeza, a más tardar a los 3 meses.
2. Tener fuerza en el tronco, a más tardar a los 4 meses.
3. Sentarse, a más tardar a los 9 meses.
4. Gatear, a más tardar a los 10 meses.
5. Pararse solo, a más tardar a los 11 meses.
6. Caminar, a más tardar a los 18 meses.
7. Hablar, a más tardar a los 3 años.
*Especialista en desarrollo infantil